CAPITULO II: ENTRE GOLES Y AMORES (Primera Parte)


CAPITULO II: ENTRE GOLES Y AMORES (PRIMERA PARTE)

** EN SANTIAGO, CHILE **


***Actuación especial: Jorge García como Hurley.

Lena y Rocío deciden ir al bar Apoquindo, un bar ubicado en Las Condes, en donde asiste el público para pasar un buen rato y ver los partidos. Ellas se sientan y ordenan dos “amaretto sour.”
Lena: ¡No puedo creer que nos vayamos a Sudáfrica! ¡Pensar que el único viaje que hice en mi vida fue a La Serena cuando yo era muy chica, pó!
Rocío: ¡Qué golpes te da el destino! ¡La vamos a pasar muy bien allá! ¡Dicen que Sudáfrica es impresionante!


En ese momento, viene un hombre gordo, de cabello largo y ondulado, vestido con una camiseta azul con una “U” estampada al lazo izquierdo. El hombre saluda a las muchachas. Rocío siente fastidio al verlo, pero, Lena le responde el saludo. “¡Hurley! ¡Como e´tai, pó!”
Hurley: ¡Hola Lena! ¡Hola Rocío! ¡Qué bueno encontrarlas aquí, pó! Oye Lena, ¿Y tu boda?
Lena: No me casé, así que estoy solterita y a la orden.
Hurley: Pero, ¿Qué pasó? Pensé que estabas muy enamorada.
Rocío: ¡Oye! ¡Lena ha tenido un mal día hoy y no necesita que le estén arruinando la noche!
Hurley: Está bien. Discúlpenme.
Lena: No te preocupes. Oye, Hurley, ¿Por qué no te sientas con nosotras?
Hurley: Es que está jugando “la Chile” le está ganando de visitante al Flamengo de Brasil. ¿Por qué mejor no se sientan a la barra para ver el segundo tiempo del partido?
Rocío: No, gracias. Estamos esperando nuestros aperitivos.
Lena: Vamos, Rocío. No le quites la ilusión al pobre Hurley, además, que me fascina ver jugar a “la Chile” y más si están ganando. Cualquier cosa le decimos al mecero para que nos lleve al aperitivo al bar, ¿Verdad?
Hurley le sonrie a Rocío. Rocío luce incómoda con la presencia del chico, pero, trata de controlarse con tal ver a su amiga contenta. Y ellas se dirigen a la barra para el inicio del segundo tiempo, para el partido entre “Universidad de Chile” y “Flamengo” de Brasil, por los Cuartos de Final de la Copa Libertadores de América.

El partido se realizó en el mítico estadio “Maracaná” de Brasil, donde hace 60 años, en 1950, se produjo el célebre “Maracanazo”, donde una selección uruguaya de fútbol se consagró campeón del mundo al derrotar a Brasil, el gran favorito. ¿Podrá la “Universidad de Chile”, el equipo más popular del país, lograr la hazaña y crear su propia versión del “Maracanazo”? Por lo pronto, la “Universidad de Chile” está ganando por 2 goles a 1 al término del segundo tiempo.

Pero, Hurley no mira el partido, porque está ocupado mirando fascinado a Rocío. Mira sus ojos, su larga cabellera rubia. Rocío cruza las piernas, excitando aún más a Hurley que toma un largo sorbo de cerveza para calmar los ánimos. Ella trata de ignorar la mirada maliciosa del hombre, mientras toma su “Amaretto Sour” mientras trata de desviar su atención hacia el partido. Lena está concentrada, animando a su equipo favorito. De repente, un violento zarpazo de Alvaro Fernández, jugador de la “U” de Chile, envía el balón a la red. ¡¡¡Gooooooolllll!!! Era el 3 a 1 y el bar explotaba de la algarabía. Hurley reacciona y abraza con todas sus fuerzas a Rocío, mientras celebra el gol. ¡¡¡Gooooooollll!!! Rocío no se da cuenta y celebra el gol junto con Hurley. Pero, rato después, ella reacciona y se aleja de su presencia y toma un sorbo nerviosa de su “amaretto sour.”

La “U” de Chile está cerca de completar una hazaña y jugando con un hombre menos. Faltando pocos minutos se produce un susto para los fanáticos, al descontar el Flamengo, pero, afortunadamente, no hubo más tiempo y a celebrar. La “U” de Chile ganó al Flamengo de Brasil por 3 goles a 2 en el partido de ida y se llevan una buena ventaja para la revancha a jugarse la semana siguiente en Santiago.
Hurley: ¡Qué gran partido! ¡Y jugando con 10 hombres! ¡Eso se llama tener corazón!
Rocío: Falta jugar la revancha y cualquier cosa puede pasar con los brasileños.
Hurley: De todos modos, hay que aprovechar el momento. ¡Oigan! ¿Qué les parece si vamos la próxima semana al estadio para ver jugar a la “U de Chile”? Yo puedo conseguirles entradas.
Rocío: Lo siento pero, tenemos cita con la embajada de Sudáfrica.
Hurley: ¿Verdad? ¿Y que van a hacer en Sudáfrica?
Lena: No te contamos pero, Rocío se ganó dos entradas para viajar a Sudáfrica.
Hurley: ¡Qué suerte! ¡Con las ganas que tengo de viajar allá para alentar a la Selección!
Lena: Si gustas, te puedo dar mi entrada para que viajes con Rocío.
Rocío: ¡Lena! ¿Cómo puedes decir eso?
Lena: La verdad, Hurley va a disfrutar más del viaje que yo.
Hurley: No, Lena. No es necesario. La verdad, para eso está la magia de la televisión y puedo alentar los partidos aquí. ¿A propósito que será de la vida de Marco Aurelio? Desde que viajó a Francia no he vuelto a saber de él y la verdad, extraño ver los partidos de fútbol junto con él.
Lena: Yo también extraño a Marco Aurelio. ¡Eramos tan felices juntos!

Rocío: Perdon, ¿Quién es Marco Aurelio?
Lena: Es el primo de Hurley y mi primer ¨pololo.”
Rocío: ¿En serio? ¡No sabía esa historia! ¿Y por qué se separaron?
Lena: Pues, le salió una propuesta de trabajo en Francia y se radicó allá, pero, perdí el contacto con él.
Rocío: Pero, ¿No han pensado buscarlo en el Facebook? Dicen que es muy buena herramienta para reencontrarse con viejas amistades. ¿No lo han intentado?
Hurley: Pues, la verdad, no me he fijado en buscarlo allí. Esta noche, voy a conectarme a Internet y voy a intentar buscarlo en el Facebook, y les aviso. A propósito, chica, ¿Quieren otro “Amaretto Sour”?
Las chicas aceptan la invitación y rato después, Hurley se ofrece a llevarlas hasta el apartamento de Lena. Lena le propone a su amiga pasar la noche con ella. Ellas se despiden de Hurley quién se dirige a su hogar.
Lena: ¡Qué gran muchacho es Hurley, no! ¡Deberías darle una oportunidad a él, fíjate que tú le gustas!
Rocío: ¡Bah! ¡No me interesa! ¡El no es mi tipo! Oye, cuéntame mejor de ese chico, ¿Marco Aurelio se llama, no?
Lena: Pues, hace tiempo que no lo veo, además que debe tener su compromiso. Bueno, ¿Quieres un café?
Rocío: Está bien. Con dos cucharadas de azúcar, por favor.
Lena se dirige a la cocina para preparar el café a su amiga, mientras Rocío se pone cómoda.

Mientras tanto, Hurley llega a su apartamento y, de inmediato, se conecta a Internet e ingresa a la página principal de Facebook. Busca en “Amigos” y teclea el nombre de “Marco Aurelio González”. Encuentra cinco opciones, pero, las fotos no coinciden, y ninguno vive en Francia. Desanimado, decide conectarse al “chat” para conocer gente. Se conecta una muchacha francesa que corresponde al sobrenombre de “Douce36”. El decide hacerle invitación con el nombre “HurleyLost”. Este es el chat:

HurleyLost>Hola, Douce36, ¿Eres nueva en el “chat”? ¿De donde nos escribes?
Douce36> Así es. Escribo desde París, Francia. Es de Madrugada, por aquí.
HurleyLost>¿En serio? ¿No tienes sueño acaso?
Douce36>Así es, no tengo mucho sueño. ¿De donde nos escribes?
HurleyLost>Escribo desde Chile.
Douce36>¡Vaya! ¡Mi novio es chileno! ¿En qué parte de Chile vives?
HurleyLost>Vivo en Santiago, la capital, concretamente en la comuna de Las Condes.
Douce36>Mi novio vivió en Las Condes, quizás, lo conozcas.
HurleyLost>Puede ser. ¿Cómo se llama?
Douce36>Se llama Marco Aurelio González.
Hurley está impactado por la revelación. ¿Será el mismo Marco Aurelio González, su primo y compañero de aventuras? ¿O será una extraña coincidencia? El debe averiguarlo y decide continuar el “chat” con la misteriosa muchacha.
Douce36>¿Estás ahí?
HurleyLost>Si, claro. Estoy aquí “online.” ¿Perdon? ¿Dijiste Marco Aurelio González? Pues, así se llama mi primo y él vive en Francia. Hace tiempo que no lo he visto y perdí contacto con él.
Douce36>¿Eres Hurley? ¡No puedo creerlo! ¡Marco Aurelio me habla mucho de ti!
HurleyLost: Fíjate que intentaba buscarlo en el Facebook, pero, no pude encontrarlo.
Douce36>Es que a él no le gusta Internet. Más bien, soy yo la que tiene cuenta en Facebook, me llamo “María Lidia Thibault,” por si acaso, quieres agregarme.
HurleyLost: Yo soy “Hurley García” en Facebook, ahora mismo te busco.

Hurley abre una nueva ventana y decide buscar por el nombre de la muchacha. Ella también hace lo mismo. Ambos se agregan como amigos y apenas reciben la invitación, pues, la aceptan. Hurley logra conectarse y ver las fotos de su primo y su nueva novia, y en el muro, encuentra la noticia que se viajan a Sudáfrica. Hurley piensa en decirle a Lena que finalmente, encontró a Marco Aurelio. Pero, él no está solo, sino comprometido con otra muchacha.

**MIAMI, FLORIDA**

**Actuación Especial: Luis Hacha como Nicolás, el fanático colchonero

Darío esta desesperado. Acaba de perder su cartera y no recuerda a ciencia cierta. Intenta recordar. Recuerda a Rachel, la bellísima chica australiana que conoció en el elevador. También, recuerda a Joanna, la bellísima administradora del Hotel. Y también, a Kate, la hermosa y sensual taxista. Pero, no recuerda donde dejó su cartera extraviada y decide hacer un recorrido para buscarlas. Sale del apartamento y se sube al elevador. Nuevamente, se vuelve a encontrar con Rachel. El suspira al ver a tan bella mujer y se excita al ver sus lindas y torneadas piernas.
Darío: ¡Rachel! ¡Qué milagro encontrarte por acá!
Rachel: Hola Darío, parece que me perdí y estoy en el piso equivocado. ¿Qué pasó?
Darío: ¿Has visto mi cartera? No la he encuentro por todos lados y allí tengo mis documentos personales.
Rachel: Pues, no la he visto. ¿Has chequeado en el “lobby”? Quizás la hayas dejado allí cuando hiciste el ¨check in.”
Darío: No había pensado en eso. Gracias por el dato.
Darío le guiña el ojo a Rachel. Ella sonríe y se ofrece a acompañarlo hasta el “lobby.”


Ellos se dirigen hacia el “lobby” cuando en ese momento, se aparece Joanna, la administradora. Darío suspira profundamente al ver a Joanna y su porte escultural.
Darío: Hola, Joanna. Quiero saber si has visto mi cartera. ¡No la encuentro por todo lado!
Joanna: Pues, no la he visto. La verdad, nunca te pedimos los documentos cuando hiciste el ¨check in.”
Darío: Entonces, no me queda otro remedio que buscar a la taxista.
Rachel: ¿Taxista? ¿De qué taxista estás hablando?
Darío: De la Taxista que me trajo del Aeropuerto al Hotel.
Joanna: ¿Sabes para que compañía trabaja?
Darío: Solo sé que se llama “Kate Lilly¨ y es canadiense. Solo recuerdo que era un taxi amarillo con negro y había una sucesión de siete números “cuatro” en grande.
Joanna: Bueno, esa es una buena ayuda. No te preocupes. Haremos el parte policial en este momento. Tranquilo, Dario, que vamos a encontrar tu cartera.
Joanna le toca el hombro a Darío para calmarlo. El la mira con ternura y le sonríe. Y ambos se miran a los ojos sin decirse nada. Entonces, Joanna llama al conserje para que llame a la policía y hacer el reporte de cartera extraviada. Darío toma asiento, mientras Rachel le toma la mano para consolarlo.

Finalmente, varias horas después, aparece Kate Lilly, la bella taxista, con la cartera extraviada.

Kate: ¿Es usted el señor Darío Dumitrescu? Aquí tengo su cartera.
Darío: Oh, muchas gracias, señorita.
Kate: Puede contar toda la plata y revisar sus documentos con tranquilidad. Yo no tomé nada de allí.
Darío: Bueno, no sé como agradecerte este gesto. Eres muy amable.
Kate: No tiene de qué agradecerme. Solo cumplía con mi deber. Bueno, permiso, tengo que seguir trabajando.
Darío: ¡Espera! ¡Insisto que debo darte una recompensa! ¿Podrías aceptarme una invitación a cenar?
Kate: ¿Me está invitando a una cita?
Darío: Claro. Es lo menos que podría hacer.
El le guiña el ojo. Ella sonríe y acepta la invitación.

Entonces, días después, ella asiste a su cita con Darío. Ella estaba bellísima, con un vestido escotado de seda. Darío suspira por ella: “Eres muy bonita.” Kate le agradece el piropo. Entonces, toman un Taxi rumbo para Lincoln Road en donde se detienen para ver a algunas personas que se aglomeran frente a un televisor. Curiosos, ellos le hablan a la anfitriona del restaurante, una atractiva mujer de cabello castaño largo y fulminantes ojos café.


Darío se impresiona al ver a la muchacha y mira el prendedor que lleva su nombre: “Mellissa.”
Darío: Como estás, linda muchacha, ¿Me podrías decir a que se debe este gentío?
Mellissa: Es la final de la Copa UEFA de “Soccer”, entre el Atlético de Madrid, de España, y el Fulham de Inglaterra.
Kate: ¡Qué emocionante! ¡Como me gustaría ver un partido de “Soccer”!
Darío: ¿En serio? ¿Quieres quedarte a ver el partido?
Kate: ¡Si, claro! ¡Me encanta el ¨soccer”!
Darío: Bueno, pues, entonces, nos quedamos en este restaurante para ver el partido. Mellissa, por favor, ¿Podrías acomodarnos una mesa para dos, por favor?
Darío le guiña el ojo a Mellissa, aprovechando que Kate mira la pantalla en el televisor, pero, Mellissa no le hace caso y recoge dos menús para llevarlos hasta su mesa. Kate le dice a la bella anfitriona que le gustaría sentarse cerca de la pantalla del televisor. Darío mira a Mellissa y le vuelve a guiñar el ojo. Ella se indigna al verlo pero, trata de ignorarlo.

En el restaurante, habían algunos fanáticos españoles, vistiendo camisetas a rayas verticales rojas (el uniforme del Atlético de Madrid) junto con algunos fanáticos de camisetas blancas (el uniforme del Fulham) quienes cantaban cánticos y alentaban a sus equipos. Kate estaba emocionada. No sabía a que equipo apoyar, si a los españoles ó a los ingleses. Al final, se decidió por los españoles, porque les parecen más guapos. Mientras que Darío buscaba por una oportunidad de hablar a solas con Mellissa, la bella anfitriona.



Comenzó el partido, realizado en el Nordbank Arena, de la ciudad de Hamburgo, Alemania. El “Fulham” vestía uniforme azul mientras que el “Atlético de Madrid” vestía su clásico uniforme de rayas verticales, rojas y blancas. Ordenan cervezas y salchichas para calmar el hambre. Entonces, Darío aprovecha que Kate está ocupada viendo el partido para acercarse a Mellissa que va rumbo al baño. El se abotona la camisa y detiene a la muchacha.
Mellissa: ¡Oiga! ¡No sea descarado! ¡No ha dejado de mirarme en toda la tarde!
Darío: Es que no puedo dejar de admirar semejante beldad tan impresionante.
Mellissa: ¡Qué fresco! ¿Qué dirá su novia si lo estuviera viendo en este momento?
Darío: En primer lugar, esa señorita no es mi novia. Kate es solo una amiga. Y en segundo lugar, ella está tan concentrada en el partido que creo que se de de cuenta.
Mellissa: Por favor, retírese de aquí, ó sino llamo a seguridad para que lo saque a patadas.

En ese momento, suena un grito ensordecedor que parecía que el local se viniera abajo: ¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLL!!!! El Atlético de Madrid anota el primer gol a los 32 minutos, por intermedio de Diego Forlán. Kate está emocionada y busca a Darío por todos lados: “¡Darío! ¡Ven acá! ¡Los de blanco y rojo han anotado un gol!”
Mellissa: Vaya, señor Darío, su “amiga” lo está llamando.
Darío: Está bien. Pero, espero hablamos otra vez, ¿Okay?
Darío se dirige a sentarse al lado de Kate. El no mira el partido. Solo mira a Kate y su cruce de piernas. Y también a Mellissa. ¿Quién quiere ver el partido con semejantes bellezas?
Pero, la alegría para los fanáticos del Atlético de Madrid duró poco, porque a los 37 minutos, el Fulham vuelve a emparejar las acciones, por intermedio de Davies, aprovechando un error en la Defensa.

Llegó el entretiempo y Kate decide acomodarse para hablar con Darío para comentar el partido.
Kate: ¿Qué te pareció el partido? Muy bueno, ¿Verdad?
Darío: Pues, la verdad, no soy muy fanático de estos equipos. Más bien, estaba mirando la decoración del lugar. Impresionante, ¿Verdad? Parece estar en un auténtico ¨pub¨ alemán.
El vuelve a suspirar al ver nuevamente, las piernas torneadas de Mellissa. Kate lo mira extrañada.
Kate: ¿Te pasa algo?
El mira a Kate y su cruce de piernas y nuevamente, vuelve a suspirar, esta vez, por la bella canadiense.
Darío: ¡Nada! ¡Otra vez me ha dado asma! ¡No sabía lo bella que eres, Kate!
Kate: Gracias. Tú también eres todo un galán, Darío.
Darío vuelve a guiñarle el ojo. Ella se emociona. En ese momento, viene un aficionado español, con el uniforme del Atlético de Madrid, y le habla a Kate, ignorando completamente a Darío.
Nicolás: Perdon, linda muchacha, no dejaba de contemplar su belleza, ¿Es usted fanática del Atlético de Madrid? La vi celebrando el gol.
Kate: Pues, no. Elegí a ese equipo porque la camiseta tiene los colores de la bandera de mi país, rojo y blanco.
Nicolás: ¿Y de qué país es usted?
Kate: Yo soy Canadiense. Concretamente, soy de Edmonton, en la provincia de Alberta.
Nicolás: Vaya, vienes del frío, ¿Y como te trata el calor de la Florida?
Kate: Pues, bien, ya me estoy acostumbrando al calor. ¡Es más, ya no soporto el frío!
Darío: ¡Ejem! ¡Perdón, pero, la señorita viene conmigo! ¿No tiene nada que hacer usted, señor…?
Nicolás: Me llamo Nicolás y soy de España, y fanático “colchonero¨ en las buenas y en las malas.
Kate: ¡Vaya! ¡Si que es cosmopolita esta ciudad! ¡Pues, Darío, mi amigo, es de Rumanía!

En ese momento, viene Rachel. Darío se impresiona al ver a tan bella muchacha y vuelve a suspirar, esta vez, por Rachel, y como el viento revolcaba su larga y frondosa cabellera.
Kate: ¿Te pasa algo, Darío? ¿Otra vez, el asma?
Darío: Así es, querida, Kate. Nuevamente, me dio ataque de asma.
Rachel: ¿Sufres de asma? Deberías ir donde el doctor. Conozco un médico muy bueno.
Darío: No te preocupes, lo que sufro, no lo cura ningún doctor. Pero, dime, Rachel, ¿Qué haces aquí?
Rachel: Quería caminar un rato por Lincoln Road y decidí parar por aquí, para ver el partido de “Football,” porque en el equipo inglés juega el arquero de la selección de mi país.
Nicolás: ¿En serio? ¿Y de qué país eres, muchacha preciosa?
Rachel: Yo soy de Melbourne, Australia.
Darío: ¡Ejem! ¡Ya va a empezar el segundo tiempo!
Nicolás: Bueno, chicas, yo me voy a mi mesa. Es un gusto conocer a tan bellas damiselas como ustedes.
Kate: ¡Vamos! ¿Por qué no te quedas aquí con nosotros? ¡Nuestra mesa es grande! Sino es molestia, claro.
Rachel: A mi no me molesta en absoluto.
Entonces, Nicolás trae su silla y sus cerveza y se sienta en la mesa con las chicas. Darío está que revienta de la ira, pero, vuelve a mirar a Mellissa, la anfitriona, y se tranquiliza. Entonces, comienza el segundo tiempo, los “colchoneros” tratan de irse en ventaja, pero, no logran anotar. Nicolás está nervioso, quiere comerse las uñas. Las chicas se están aburriendo. Pero, Darío no presta atención al partido. Solo mira las piernas de las chicas.
Así, transcurrieron los 90 minutos reglamentarios, con el resultado empatado a 1 gol. Y se van a la prórroga, es decir, 30 minutos adicionales, y si persiste el marcador, se van a los tiros penales. Darío decide levantarse de su asiento y acercarse a hablar con Mellissa, la anfitriona del restaurante. Pero, ella llama a un hombre para que encare a Darío, pero, antes que hiciera algo, Darío prefiere retirarse de su presencia y decide reunirse con las chicas pero, se indigna al ver como las chicas se coquetean con Nicolás, se une al grupo.

Así, entre cervezas, salchichas, y coqueteos, pues, se reanuda el tiempo suplementario. Y vuelve nuevamente el suspenso. ¿Quién ganará? Todo el mundo apuesta a los Penales, cuando en ese momento, aparece nuevamente, Forlán, el delantero uruguayo del “Atlético de Madrid” que sentencia el partido a favor de los “colchoneros.” Es el ¡¡¡Goooooooooollllll!!!! El grito vuelve a retumbar en todo el restaurante, como si se viniera encima el techo. Se abrazan, cantan. Nicolás está feliz por el triunfo de su equipo, “Atlético de Madrid” gana la Copa de Europa, y lo celebra abrazando y besando a Kate y Rachel, a pesar de los celos desmedidos de Darío.
Rachel: Bueno, no ganó mi equipo, pero, felicito al “Atlético de Madrid” por la victoria. Jugaron muy bien.
Kate: ¡Qué emocionante! ¡Deberíamos volver a hacer lo mismo la próxima vez!
Nicolás: ¡La próxima semana es la final de la Copa de Campeones, y en tres semanas, será el Mundial!
Kate: ¡Puedes contar con nosotras!
Rachel: ¿Y tú, Darío? ¿Regresarías aquí para ver más partidos?
Darío: Pueden contar con ello.
Y él mira de reojo a Mellissa, a Kate y a Rachel. Las quiere todas para él solo y no quiere compartirlas con nadie.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

(En la segunda parte, veremos lo que sucede en Colombia y en Perú)


Comments

  1. Me cae muy mal Darío jeje. Para mi va a quedarse con Mellissa, la anfitriona. Continuo poniéndome al día con los capítulos. Besos!

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  2. Gracias por el comentario. Pues, si, Darío cree que se merece a todas las chicas. Necesita una chica que lo coloque en su sitio y Mellissa es la indicada. Saludos, Renzo

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  3. Dario parece todo un mujeriego lol...Me gusta la actuacion especial de Harley y de L. Hacha,..:) salu2 desde Croacia...

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  4. Gracias, Katy por leer la novela. A mi tambien me gusta Hurley. :)

    Saludos,

    Renzo

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  5. Aunque no lo crean, este partido entre la "U" de Chile y el Flamengo de Brasil lo escribí sin saber el resultado final. Una vez, que me enteré del resultado final, pues, me puse a escribirlo y reflejarlo en la foronovela. :) :)

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