CAPITULO IV: ENTRE GOLES Y AMORES

CAPITULO IV: ENTRE GOLES Y AMORES

* SANTIAGO, CHILE *

El Sábado en la tarde, Lena y Rocío asisten nuevamente en el bar Apoquindo, para la final de la Copa de la Lige Europea de Campeones (“Champions”) entre el Bayern de Munich (Alemania) y el Inter de Milán (Italia). Ellas vuelven a tomar su “Amaretto Sour”, cuando en ese momento, viene Hurley, vistiendo la camiseta negra y azul, del “Inter.” Lena se emociona al verlo, en cambio, Rocío está incómoda con la presencia del chico.
Lena: ¡Hurley! ¡Como estás! ¡Qué milagro encontrarte por aquí!
Hurley: Para mí, también, es un gusto verlas aquí, pó. Para apoyar al “Inter de Milán”, el mejor equipo del mundo. Yo creo que la final de la “Champions” es el verdadero título Mundial, porque realmente, se ven a los mejores. Claro, sin desmerecer a la Copa Mundial. A propósito, ¿Ya recogieron sus pasajes a Sudáfrica?
Rocío: Pensábamos hacerlo la próxima semana.
Hurley: Los acompaño. Yo también tengo que recoger mi pasaje.
Lena: A propósito, Hurley, ¿Cómo pudiste conseguir el pasaje a Sudáfrica en el mismo avión?

Hurley: Podría decirse que también me gané el concurso en la Estación de Radio. Le entregaban pasajes a Sudáfrica a los 20 primeros que respondieran una pregunta. La pregunta era quién fue el primer jugador en jugar en Cinco Copas Mundiales, ¿Verdad? Pues, la respuesta es el mexicano Antonio “Tota” Carvajal, de 1950 a 1966. Después, el alemán Lothar Mathaus igualó la marca de 1982 a 1998. Y yo fui, uno de los 20 primeros oyentes.
Rocío: ¿Le dicen “Tota”? Con razón me dieron el premio, yo solo llamaba a la “Tota”, mi doméstica, y pensaron que respondía la pregunta. ¡Qué suerte tuve!
Hurley: O quizás, es un golpe del destino.

En ese momento, el argentino Diego Milito, del Inter de Milán, anota soberbio pelotazo a las redes: ¡¡¡¡Gooooooolllll!!! El Inter se pone en ventaja por 1 a 0, desatando la algarabia y euforia en el local. Hurley y Rocío vuelven a abrazarse para celebrar el gol de Milito. En la segunda mitad, el mismo Diego Milito vuelve a anotar el segundo gol para los del “Inter de Milán”, desatando nuevamente la euforia en el lugar: ¡¡¡¡Gooooolllll!!!! Y cada gol, acerca más a Hurley y Rocío. Al regresar a casa, Lena, pensativa, le pregunta a Rocío si cree en el destino. Rocío le responde que el destino no existe.

Mientras tanto, en Francia, donde ya es de noche, Marco Aurelio mira con un amigo francés, por TV, el partido del “Inter de Milán.” Así, entre cervezas y “popcorn”, alientan a los equipos.
Amigo: La verdad, el “Inter” tiene una defensa infranqueable. Es difícil anotarle un gol.
Marco Aurelio: Es el típico “Catenaccio” italiano, pero, sin italianos.
Amigo: Es cierto, juegan brasileros, argentinos, rumanos, holandeses, africanos, ¿Y los italianos?
Marco Aurelio: Están en el banco de suplentes. Son: Materazzi y el moreno Baloteri.
Amigo: Si, me acuerdo de Materazzi. ¡El hombre que insultó a la hermana de Zidane! ¡Qué desgraciado!
Marco Aurelio: ¿Desgraciado? Pues, pienso que él estaba en su derecho de provocar a otros, todos los jugadores lo hacen, lo que es inconcebible es la reacción violenta de Zidane. ¡Podría haberlo matado!
Amigo: ¿Justificas a ese tipo? ¡No puedo creerlo!

En ese momento, viene María Lidia trayendo una vasija de Popcorn (Crispetas, Palomitas de Maíz).
María Lidia: ¿Alguien más quiere “palomitas de maíz? Están fresquitas.
Cada uno, agarra un puñado de “popcorn”, y se lo van comiendo de a uno. La presencia de María Lidia calma al amigo.
Amigo: Gracias, María Lidia, siempre tan bella y amable.
María Lidia: De nada. A propósito, ¿Cómo está el partido?
Marco Aurelio: Típico partido de Copa. Muchos nervios y poco fútbol.

En ese momento, Diego Milito anota el segundo gol para el “Inter de Milán”: ¡¡¡Gooooooolllll!!! El amigo, frustrado, recoge sus pertenencias, se despide de los demás, y se retira de su casa.
María Lidia: ¿Qué Pasó? ¿Por qué se fue tu amigo?
Marco Aurelio: Dice que tenía que hacer algo urgente.
María Lidia: Y, ahora, ¿Qué vas a hacer?
Marco Aurelio: Pues, seguir viendo el partido. Solo.
María Lidia: Te acompaño a ver el partido. Además, me sirve para interesarme más en la Copa Mundial. Ya no veo la hora de estar juntos en Sudáfrica.
Marco Aurelio: Gracias, mi vida, eres un ángel. Te quiero tanto.
El abraza a la bella mujer. Ellos juntan sus labios y se besan con desmedida pasión.

* MIAMI, USA *

Actuación especial: Josh Holloway como Josh, amigo de Joanna

Darío sabe que no solo de “soccer” (fútbol) vive el hombre, pues, también, existen otros deportes. El Domingo, en Miami, Darío acepta la invitación de Joanna para pasar el día juntos, y en la noche, ver el final de la serie “Lost.” A pesar que no tenía mucho conocimiento de la serie, él estaba feliz de compartir un agradable momento con tan bella mujer.
Joanna: Es una serie difícil de digerir, pero, a mí me encanta.
El no presta atención a la chica, solo está ocupado mirándola con desmedida fascinación.
Darío: Nunca te dije que eres muy bonita.
Joanna: Gracias, Darío. Tú también eres muy buenmozo.
Darío: La verdad, estoy pasando un rato agradable contigo, a pesar que no entiendo nada de la serie. Deberíamos salir más seguido.
Joanna: Tienes razón. ¡Oye! ¿Te gusta el baseball? Tengo entradas para el juego de los Marlins este Mártes.
Darío: ¿Baseball? Pues, si, me gusta el baseball. Pues, acepto la cita.
El vuelve a guiñarle el ojo. Ella sonríe.

Entonces, el Mártes, Darío y Joanna se dirigen rumbo al Estadio Sun Life (ex Dolphin, Joe Robbie, Pro Player, Land Shark, etc.), vistiendo camisetas, gorras y guantes del equipo. Ella maneja cuidadosamente por el Freeway (Expressway), mientras escuchan música de Elton John.
Joanna: Darío, ¿Te gusta la música de Elton John?
Darío: Si, claro. He hecho algunos “mixes” de sus canciones.
Joanna: La verdad, a veces pienso que la música de antes era mucho mejor. Ahora, los grupos solo tocan basura.

Ella sigue manejando por la autopista, rumbo hacia el estadio. Al llegar al Estadio, lo parquean rápidamente y se dirigen a la entrada, y rápidamente, buscan sus asientos, no sin antes, comprar “hot-dogs” con gaseosas. Pero, mientras buscan sus asientos, ellos se encuentran con un amigo de ella. Darío está incómodo con su presencia.

Josh: ¡Joanna! ¡Qué milagro encontrarte aquí!
Joanna: Hola, Josh. Vine aquí para alentar a los “Marlins” que juegan con los “Atlanta Braves.” Ojalá ganen.
Josh: Eso esperamos. Oye, ¿Y quién es tu amigo?
Joanna: Oh, disculpa, él es Darío Dumitrescu, un DJ de radio, que vino desde Rumanía a una Conferencia Musical.
Ellos toman asientos.
Josh: Oye Darío, ¿Te gusta el baseball?
Darío: He visto algunos partidos. Es un deporte interesante. Más bien, me gusta más el “soccer.”
Josh: Oh, claro. Pues, no sé que le ven de extraordinario al “soccer.” Me parece un deporte muy aburrido, ver a 22 tipos correr tras una pelotita por 90 minutos, y terminar 1 a 0 o 1 a 1. Me acuerdo que una vez, vi la final de un Mundial, y la verdad, casi me quedo dormido. ¡No atacaban!
Darío: Si, claro. Pienso que es una cuestión de cultura. No más.
Los equipos ingresan al diamante de Baseball y el “Umpire” da el inicio del juego: “Play ball!”

Los fanáticos alientan al equipo, se emocionan por las jugadas, mientras que suena un órgano a lo lejos. Darío luce aburrido, tratando de entender la cultura del deporte, cuando una bola cae en dirección hacia él, pero, logra deternerla con el guante.
Joanna: ¡Darío! ¡Has atrapado tu primer “foul ball”! ¡Es un buen “souvenir”!
Darío: ¿Verdad? Pues, si, es que tengo buenos reflejos.
Y así, sucesivamente, entre batazos, ponches, lienazos, y ánimos transcurre un partido entretenido, hasta que llegó el descanso de la séptima entrada (Seventh Inning Stretch), y todos son invitados por la mascota (un raro pez espada, vestido con el uniforme del equipo) para entonar una canción. Joanna y Josh la entonaban con pasión. Darío solo movía los labios, simulando cantar: : “Take me out to the ball game,
Take me out with the crowd.
Buy me some peanuts and cracker jack,
I don't care if I never get back.” Y continua el juego. El juego estaba disputado, hasta que el Ronny Paulino, de los “Marlins” anota un sencillo al centro del campo, dando a su equipo una ventaja de 6 carreras a 2, desatando la euphoria entre los expectadores. Posteriormente, los Bravos anotaron dos carreras más, pero, no fué suficiente. Los “Florida Marlins”, el equipo de Miami, ganaron el partido. Pero, Darío no estaba del todo dichoso porque Joanna no despegaba sus ojos de Josh. Entonces, decide llamar, por celular, a la bella Kate Lilly.

Entonces, a los pocos minutos, Kate lo recoge en su Taxi y él se despide de Joanna, ignorando completamente a Josh. Posteriormente, Darío y Kate deciden hacer una parada en Lincoln Road para tomarse unas cervezas. Las pantallas transmiten el partido de Basketball. El no presta atención al partido. El solo está pendiente del cruce de piernas de la bella taxista. El suspira.

Kate: Darío, guapo, ¿Te gusta el basketball?
Darío: ¿Eh? Yo jugué basketball allá en Rumanía. Era el “base”, es decir, el “point-gard”. ¿Quiénes están jugando?
Kate: Es el cuarto juego de las finales de Conferencia Oeste entre Los Angeles Lakers y los Phoenix Suns.
Darío: ¿Quién es tu favorito?
Kate: Pues, “Phoenix Suns” por Steve Nash, de Canadá. Además, que tienen que ganar para empatar la serie. ¿Y tú?
Darío: Pues, me gustaban los “Chicago Bulls” cuando jugaba el gran Michael Jordan, ahora no tengo favorito. Que gane el mejor pero, que sea “Phoenix Suns.”

En ese momento, viene Nicolás con Rachel, la hermosa australiana, tomados de la mano. Nicolás lleva la camiseta de Los Angeles Lakers, “¡Vamos Gasol! ¡Vamos a ganar!” Darío se llena de coraje al ver a Nicolás con Rachel que, de la ira y para provocar los celos de Rachel, abraza fuertemente y le da un beso en la boca a Kate. Pero, no consigue celarla.
Rachel: ¡Darío! ¡Kate! ¡Qué milagro verlos por acá! No sabía que les gustaba el Basketball.
Darío: Yo jugaba basketball en Rumanía. Era el “point-guard” del equipo de la Secundaria.
Nicolás: Nosotros venimos para alentar al catalán Pau Gasol, de “Los Angeles Lakers.”
Kate: Entonces, seremos rivales, pues, yo vine a apoyar a Steve Nash, de los “Phoenix Suns.”

Y así, entre cervezas, euforía, presencian el quinto juego de las finales de conferencia. Esta vez, los “Phoenix Suns” salieron victoriosos por 115 a 106, con buena producción de Steve Nash.

Pero, esa sería la última vez que ganarían los “Phoenix Suns”, puesto que Pau Gasol y “Los Angeles Lakers” los derrotarían los dos partidos siguientes, ganando la serie por 4 a 2. De esta manera, Pau Gasol y los “Lakers” jugarían la serie final de la NBA. Darío, entonces, “consuela” a Kate invitándola a comer ceviche mexicano en las playas de “South Beach.” El viento revolotea el cabello de Kate, logrando que él acercara sus labios para besarla. Y se besan, con el sol, la arena y el mar como testigos, cuando en ese momento, Darío mira, a lo lejos, a Mellissa que camina mirando el mar. El suspira por Mellissa, mientras besa a Kate.

* BOGOTA, COLOMBIA *

(* Ella es Paulina *)

Paulina sigue vendiendo sus figuritas en el Mundial, exhibiendo su minifalda, atrayendo miradas atrevidas de los transeúntes que vienen con sus listas de faltantes. El negocio ha estado bueno, y cada vez, llegan clientes en busca por figuritas del Mundial, aunque a veces hay algunas polémicas.
Cliente: ¡1,000 pesos por la lámina de Ronaldinho! ¡Pero, si él no juega en el Mundial! ¡Esto es inconcebible!
Paulina: Qué pena, guapo, no te enojes conmigo. Pero, es que es la figura más difícil de conseguir del álbum.
Ella le parpadea sus bellos ojitos, y le pone cara de lástima, calmando al cliente.
Cliente: Tienes razón. Discúlpame, por mi reacción. Lo siento. ¿$1,000 pesos? Aquí tienes. Quedate con el vuelto.
El cliente se retira con la lámina de Ronaldihno.

En ese momento, viene Jackson, el taxista.

Jackson: Hola, “Pau”, aquí tengo mi lista, ¿Has podido conseguir el escudo de Eslovenia?
Paulina: ¡Qué pena, Jackson! ¡Pero, le vendí a un cliente la última copia que tenía!
Jackson: No te preocupes. Oye, ¿Qué tienes que hacer esta noche? Pues, quería invitarte al Estadio. Hoy es el primer partido de la final entre “La Equidad”, contra el “Junior de Barranquilla.” Es decir, cachacos contra costeños.
Paulina: Me encantaría ir. Gracias por la invitación.
En ese momento, viene un auto deportivo último modelo. Es Emiliano que viene a comprar figuritas mientras observa como el viento revolotea la larga cabellera de la muchacha.
Emiliano: Hola, Paulina, ¿Como estás? Sigues tan bella como siempre. Aquí traigo mi nueva lista de láminas.
Paulina: Gracias, Emiliano. ¿Cómo está Noelia? Le mandas mis saludos, por favor.
Jackson: ¡Ejem! ¡Oiga "gomelo"! ¡Pero, la muchacha me estaba atendiendo a mí!
Emiliano: ¿Perdón? ¿A quién le dices “gomelo”?
Paulina: Por favor, no peleen, que puedo a atenderlos a todos por igual.
Emiliano y Jackson se calman, seducidos por la belleza y sensualidad de Paulina.

En ese momento, Paulina llama a la señora de las mazorcas, ofreciéndole a Emiliano y Jackson: “¿Quieren mazorcas asadas? Yo invito.” Entonces, los chicos se saborean sus mazorcas asadas. Y así, transcurre la tarde, una tarde muy ocupada para Paulina que logró reunir buena cantidad de dinero, y aún así, darse el lujo de invitar a sus clientes a comer mazorca. “Emiliano, lleva unas mazorquitas asadas para Noelia, a ella le va a encantar.” Emiliano le lleva las mazorcas a Novia.

Esa noche, Paulina asiste con Jackson al estadio “El Campín” para el primer partido de la Gran Final del Fútbol Profesional Colombiano, entre “La Equidad” de Bogotá, y el “Atlético Junior” de Barranquilla. Es un clásico entre Costeños (los del Junior) contra “Cachacos” (los de Bogotá, del interior del país). En ese momento, se aparecen unos fanáticos del Junior, vestidos con camisetas rojiblancas, alientan a su equipo: “¡Eche, Junio´, tu papá!” Cuando en ese momento, pasan cerca de Paulina y le guiñan el ojo, enfureciendo a Jackson: “¡Qué te has creído, corronch…!” Pero, Paulina lo contiene y lo tranquiliza. Y los fanáticos del “Junior” siguen alentando a su equipo favorito. Paulina y Jackson ingresan al Estadio mientras se someten a una intensiva revisión por parte de los policías. E ingresan al estadio. El estadio está lleno a reventar, puesto que la Capital tiene una buena oportunidad de tener un equipo campeón.
Paulina: Tienes que calmarte, Jackson, no sabes como podría reaccionar esa gente.
Jackson: Disculpa, es que no soporto como estos “costeños” se coquetean contigo.
Paulina: Pero, a mí no me molesta en absoluto. ¿Vemos el partido?

En ese momento, aparece Emiliano, vistiendo chaqueta fina de cuero, y se impresiona al ver a Paulina.
Emiliano: ¿Paulina? ¿Qué estás haciendo aquí?
Paulina: ¡Quiubo, Emiliano! Vine para alentar a “La Equidad.” ¿Dónde está Noelia?
Emiliano: ¿Noelia? Pues, ella no vino aquí. A ella no le gusta el fútbol.
Jackson: ¡Ejem! Oiga, “gomelo”, ¿Se va a sentar? Fíjese que todos queremos ver al partido.
Comienza el partido, los jugadores de “La Equidad” buscan abrir el marcador para llevarse una buena ventaja para el juego de revancha, y tanta insistencia tienen sus frutos en el minuto 13 de la etapa inicial, cuando el jugador Renzo Cheput de “La Equidad” anotó soberbio pelotazo a las redes. Era el 1 a 0 para La Equidad, desatando el júbilo en las graderías que sueñan con un título. “¡¡¡Goooooolllll!!!” Emiliano y Jackson se abrazan para celebrar el gol, no importaba si eres pobre ó “gomelo” (rico), solo celebraban el logro obtenido: “¡¡¡Goooooollll!!!” Así, pues, los jugadores de “La Equidad” buscaban por todos los medios para aumentar el marcador, pero, era inútil. El marcador no se abrió más y ganó “La Equidad” por 1 a 0. Pero, regresando a casa, Jackson le hace una advertencia a Paulina.
Jackson: Paulinita, cuídese mucho del “gomelo” ese, no me gusta como la mira.
Paulina: No se preocupe. Emiliano es solo un amigo. Además, el tiene novia.
Jackson: Es que usted es tan noble, Paulinita, pero, hay mucho "fresco" por ahí.
Finalmente, llegan a su destino, y ella se despide de Jackson.

Al día siguiente, Paulina va a su cita con Noelia, para hacerle “manicure” y “pedicure”.
Paulina: ¡Fue impresionante! ¡Los jugadores pudieron aumentar el marcador, pero, igual, un triunfo es un triunfo! ¡Emiliano gritaba eufórico con cada avance de “La Equidad”!
Noelia: Perdón, ¿Emiliano estuvo allí? ¡El no me dijo nada!
Paulina: Si, claro. El estuvo solo. Pensé que ibas a ir pero, él dijo que a ti no te gustaba el fútbol.
Noelia: Al contrario, a mi me gusta el fútbol. ¿Para cuando vuelven a jugar?
Paulina: El próximo Miércoles juegan la revancha en Barranquilla. Ojalá podamos verlo juntas.
Noelia: A propósito, muchas gracias por las mazorcas asadas, Paulina. Estuvieron deliciosas.
Paulina sonríe mientras le hace la “manicure.” Noelia comienza a pensar en la revelación de Paulina.

* LIMA, PERU *

Andoni hojea el periódico, en la sección de Deportes, donde se lee la noticia: “Gana Deportes La Equidad, con gol del peruano Renzo Cheput en el primer partido de la final del fútbol futbol colombiano.” Marina, su esposa, viene acompañarlo.
Marina: Mi amor, ¿Has visto a Gustavo? ¿Por qué no estás con él?
Andoni: Preferí quedarme a descansar. El está muy ocupado atendiendo su tienda y no quiero incomodarlo.
Marina: No falta nada para que empiece el Mundial, ¿No es así?
Andoni: Así es. Las ventas han subido mucho desde que Lucy llegó a nuestras vidas.
Marina: Lucy es buena chica. Oye, ¿Cómo no me has hablado de esa sobrina?
Andoni: ¡Ejem! ¿Me guardas un secreto? Lucy no es mi sobrina.
Marina: No entiendo nada. Entonces, ¿Quién es esa muchacha?
Andoni: Lucy es hija de Gustavo. El recién se enteró que tenía una hija de una relación que tuvo años atrás.
Marina: Pero, ¿Y por qué no se lo dice a Cordelia?
Andoni: No quiere. Dice que Cordelia podría ponerse celosa si se entera. ¿Me guardas el secreto?
Marina: Pues, Cordelia es mi mejor amiga, pero, bueno, creo que eso le corresponde a Gustavo.
Andoni abraza fuertemente a su bella esposa y le da un beso en la boca.

Mientras en la tienda “La Confianza”, la venta de televisores LCD sigue aumentando conforme se acerque el Mundial de Fútbol. Pero, gran parte del mérito fue de Lucy quién se ha encargado de promocionar la tienda a los demás. Gustavo está cada vez está más orgulloso de su hija, que apareció a su vida como un àngel llegado del cielo. Llegó la hora del almuerzo y deciden cerrar la tienda para ir al restaurante. Cuando, en el trayecto, encuentran a unos muchachos que intercambia figuritas del álbum del Mundial de Sudáfrica.
Lucy: ¡Mira, papá! ¡Están vendiendo figuritas del Mundial! ¡A mi me gustaría llenar el álbum! ¿Me compras uno?
Gustavo: Por supuesto. Allí hay un kiosko, un puesto de revistas.
Se dirigen al kiosko para comprar el álbum y algunas figuritas del Mundial. Ella lo besa en la mejilla, de agradecimiento.
Lucy: ¡Qué suerte! ¡Me tocaron algunos jugadores de Chile! ¡Tengo al “chupete” Suazo y a Mark González!
Gustavo: Es una suerte. Me acuerdo que llenaba las figuritas del Mundial de España 1982, cuando era niño. ¡Qué recuerdos! ¡Era la única vez que pude ver jugar a Perú en el Mundial!
Lucy: No sabía que Perú había ido a un Mundial.
Gustavo: Eso fue hace mucho tiempo. Tú no habías nacido todavía, pero, teníamos una selección de grandes jugadores: Cueto, Sótil, Chumpitaz, el Nene Cubillas, Oblitas. Una generación única. ¿Vamos a almorzar?

Entonces, ellos se dirigen al “Chifa” para almorzar, en donde se encuentran con Mimí.
Lucy: Hola Mimí, ¿Cómo estás? ¿Te acuerdas de nosotros?
Mimi: ¡Como no me voy a acordar de mi admiradora número uno! A propósito, ¿Alguien ha visto a Andoni?
Gustavo: Andoni se quedó en casa con su esposa. No se sentía bien y prefirió descansar.
Mimi: Pues, le mandas muchos saludos a él que lo recuerdo mucho.
Ella intercambia sonrisas con Lucy y Gustavo. En ese momento, viene Cordelia y se pone celosa.
Cordelia: ¡Gustavo! ¡Qué estás haciendo!
Gustavo: ¿Cordelia? Mi amor, qué bueno que vienes, para almorzar juntos. ¿Te acuerdas de Lucy y Mimí, no?
El abraza y besa a su esposa, con un beso tierno en la boca, para la alegría de Lucy. Pero, cada vez, Cordelia se pone celosa de Lucy, ¿Será que, algún día, Gustavo podrá contarle la verdad a su esposa?
CONTINUARA…