CAPITULO XIV: ENTRE GOLES Y AMORES


CAPITULO XIV: ENTRE GOLES Y AMORES

BOGOTA, COLOMBIA

(* Paulina *)


La angustia invade la mente de Jackson, lo mismo que la mayoría de fanáticos, por la derrota de Brasil.
Paulina: Jackson, tranquilo. No llores. Es solo un partido de fútbol.
Jackson: ¿Y como quieres que me sienta si lo aposté todo a Brasil? ¡Lo he perdido todo! ¡Snif! ¡Tenía muchos planes! ¡Yo podría darle todo lo que usted me pidiera!
Paulina: Pues, no debiste haberlo hecho. Nunca se debe apostar a grandes cantidades.
Jackson: ¡No lo entiende, Paulina! ¡Yo la amo! ¡Yo estoy “tragado” de usted!
Paulina está asombrada por la revelación de Jackson y ella le pide su hombro para consolarlo.
 

(* Emiliano *)

En ese momento, Teresita saluda a Emiliano que acaba de entrar al establecimiento.
Teresita: ¡Hermanito! ¿Viste el partido?
Emiliano: No lo vi. Tenía mucho trabajo en la fábrica. ¿Quién ganó?
Teresita: ¡Es increíble! ¡Eliminaron a Brasil! ¡Ganaban 1 gol a 0 y les voltearon el partido! ¡No puedo creerlo! Bueno, menos mal que nos quedan Argentina, Paraguay y Uruguay.
Emiliano, entonces, decide invitar a Teresita para almorzar en la “Zona Rosa”, mientras Paulina sigue consolando a Jackson por la derrota y trata de reanimarlo.
Jackson: ¡Snif! ¡No quiero seguir viendo! ¡Ya nada me importa en el momento!
Paulina: Bueno, si lo prefieres, pues, podemos irnos a otro lugar. ¿Qué te parece si hacemos un “Séptimazo” y nos vamos a caminar y tomar helados? Como los viejos tiempos, ¿Te acuerdas?
Jackson: Bueno, está bien.
Tía Sara: ¡Oigan! ¿No van a ver el otro partido?
Paulina: No, tía. Preferimos mejor salir a pasear un rato.
La sonrisa de la hermosa muchacha tranquilizan a Jackson y se retiran, junto con Doña Sara, de “Casa Fútbol” para irse de “Séptimazo”, caminar por la Carrera Séptima, en el Centro de la Ciudad.


(* Jackson *)

En el Centro de la Ciudad, ellos se encuentran con Don Ambrosio, el padre de Noelia (y de Paulina, también).
Paulina: ¡Don Ambrosio! ¡Qué milagro encontrarlo por acá! ¡Mire, le presento a mi amigo Jackson!
Don Ambrosio: Paulina me para hablando de usted. Cualquier cosa que necesite, pues, estoy gustoso en ayudarlo.
Paulina: Don Ambrosio, quizás, haya un lugar para mi amigo en la fábrica. El es buen trabajador.
Don Ambrosio: Por supuesto, ven este Lúnes en la fábrica para ver que te ponemos a hacer.
Jackson: ¡Gracias, Don Ambrosio! ¡Usted si que es todo un tipazo! Oiga, ¿Y qué hace usted en el Centro de la ciudad?
Don Ambrosio: Digamos que me gusta darme un “Séptimazo” de vez en cuando, me trae tantos recuerdos que compartí junto con la madre de Paulina.
Paulina: Oiga, Don Ambrosio, ¿Y usted conoció a mi padre?
Sara y Ambrosio están impávidos por la pregunta de Paulina. No saben como decirle la verdad.
Tía Sara: ¡Ejem! ¡Creo que mejor nos vamos a ver el partido! ¿Qué dicen?

(* Teresita *)

Por su parte, al otro lado de la ciudad, Emiliano almuerza con Teresita en un restaurante en la “Zona Rosa”, en el sector norte de la ciudad. El luce pensativo, preocupando a su bella hermanita.
Teresita: ¿Te pasa algo, hermanito? Vamos, no estés triste, ¡Animo!
Emiliano: Es que me molesta la actitud de Noelia, ¿Por qué piensa que tengo algo con Paulina?
Teresita: Perdona que te diga esto, hermanito, pero, tú te lo buscaste. Desde que llegó esa muchacha, la tal Paulina, te has comportado muy raro con ella. Dime, Emiliano, ¿Te gusta Paulina?
Emiliano: Pues, Paulina es una muchacha muy hermosa y sensual, cualquier hombre se enamoraría de ella. Pero, la verdad, mi corazón le pertenece a Noelia. Desde que ella entró a la tienda, vistiendo muy coqueta y sensual, pues, comprendí que Noelia es el amor de mi vida.
Teresita: Entonces tú realmente amas a Noelia… Pero, ¿Qué esperas? ¿Por qué no se lo dices?
Emiliano: Es que ella no quiere hablar conmigo. ¡Seguro la tal Marcia le ha metido ideas! ¡Esa desgraciada!
Teresita: Mira, hermanito, mi consejo es que luches por Noelia y no la dejes ir.
Emiliano: Eso haré hermanita.
Pero, como si fuera una jugada del destino, Noelia se aparece en el restaurante junto con su amiga Marcia. Emiliano suspira por Noelia y se arma de valor para acercarse a hablar con ella.
Emiliano: Noelia, por favor, necesito hablar contigo un momento.
Noelia: ¡Yo no tengo nada que hablar con usted! ¿Por qué mejor no está con la tal Paulina?
Emiliano: Yo no quiero a Paulina. Yo te quiero a tí, Noelia. Te amo, Noelia, te amo con todo mi corazón. ¡Te amo!
Marcia: ¡No le hagas caso, Noelia! ¡Solo quiere confundirte!
Teresita: ¡Ejem! Oye Marcia, ¡Vámonos que va a empezar el segundo partido!
Entonces, Teresita se lleva a Marcia a una esquina, dejando a Noelia y Emiliano solos.


(* Noelia *)

Emiliano: Dime, ¿Por qué crees que pueda tener algo con Paulina?
Noelia: ¿No te das cuenta la manera de cómo la miras? ¡Pierdes noción del conocimiento, te excitas, te vuelves loco! ¡Y a mí me duele que tú te fijes en esa estúpida bastarda!
Emiliano: No, mi amor, no pienses de esa manera. Yo te quiero mucho. Ya, tranquila, no hay de qué preocuparse.
Noelia: ¡Snif! ¡Te amo, Emiliano, te amo como a nadie más en esta vida!
Entonces, Emiliano acaricia suavemente las mejillas rosadas de la bella muchacha y junta sus labios para besarla. Los dos se besan, dando rienda suelta a su amor, mientras que Marcia y Teresita, junto con los demás clientes, presencian el partido de fondo, entre las selecciones de Uruguay y Ghana.


JOHANNESBURGO, SUDAFRICA


(* Rocío *)

Ya es de noche. En el bar, los fanáticos brasileños siguen atónitos por la derrota. Entonces, Marco Aurelio, Gaby, Lena y dos niños de Yeoville decidieron retirarse del local, en silencio, y sin decir nada. Por su parte, Rocío y Hurley siguen celebrando la victoria de Holanda sobre Brasil. En ese momento, vienen Lena y los demás.
Lena: ¡Hurley! ¡Rocío! ¡Aquí estaban! ¡Los estábamos buscando por todo el Centro Comercial!
Rocío: ¡Pues, me aburrió el ambiente y decidimos venir aquí! ¡Qué tal el partido! Muy emocionante, ¿Verdad?
Marco Aurelio: El partido estuvo intenso. Pero, lástima que perdió Brasil.
Rocío: ¡Deberían estar contentos! ¡Al menos, Holanda vengó la derrota a los chilenos! ¡Jajajajaja!
Gaby: Bueno, chicas y chicos, ahora se viene el partido de fondo: ¡Juega Uruguay contra Ghana! ¡Vamos todos para alentar a Ghana, la esperanza africana!
Hurley: ¡Qué difícil! ¡Pues, Uruguay es también nuestra esperanza sudamericana!
Lena: Oigan, ¿Han visto a los niños? ¡Ellos donde se han metido!
Entonces, comienzan a buscar a los niños por todos lados. ¿Dónde estarán? Marco Aurelio busca con Hurley en el baño de los hombres, cuando de pronto, él no puede creer con sus ojos: Encuentra a María Lidia, su novia, besándose con otro hombre. El está dolido en el amor propio y decide entrar para ajustar cuentas con su novia. Lena decide acompañarlo. Hurley y Rocío están preocupados.


(* María Lidia *)

Marco Aurelio: ¡María Lidia! ¡Qué significa esto! ¡Quién es este hombre!
María Lidia: ¿Marco Aurelio? ¡Yo puedo explicarte….!
Marco Aurelio: Pero, ¿Cómo me has podido hacer esto…? ¡Yo que solo te di mi cariño!
María Lidia: ¿Ah, si? ¡Tú no puedes reclamarme nada! ¡Bien que te coqueteabas con la tal Lena!
Marco Aurelio: ¡Lena es solo una buena amiga! ¡Entre ella y yo no puede haber nada! Dime, ¿Por qué lo hiciste?
María Lidia: No tengo que darte explicaciones. Anda, vete con tu “amiguita” a ver si te hace mucho más feliz, mientras tanto, yo seguiré con un verdadero hombre de verdad.
Marco Aurelio, entonces, quiere darle una cachetada a la mujer, pero, Lena lo contiene y lo retira del lugar. Marco Aurelio busca refugio en los brazos de Lena quién le ofrece apoyar su cabeza en su hombro para consolarlo. 


(* Lena *)

En ese momento, suena una tierna balada en español que representa el sentimiento entre Lena y Marco Aurelio: “Tú, la misma de ayer, la incondicional, la que no espera nada. Tú, la misma de ayer, la que no supe amar, no sé por qué.. ¡Amiga tú!” Lena está cerca suyo pero, no se atreve a hablar con él. Entonces, es cuando Marco Aurelio se acerca lentamente para acariciarla.

(* Hurley *)

Hurley ve a su primo triste y quiere consolarlo, pero, en ese momento, Rocío interviene y le dice que lo deje tranquilo.
Rocío: Hurley, déjalo tranquilo. El necesita estar solo.
Hurley: ¡Pero, Marco Aurelio es mi primo! ¡Necesita de mi ayuda!
Rocío: Si necesita de ayuda, pues, él la pedirá. Nosotros no podemos hacer nada. ¿Por qué mejor no vamos a ver el segundo partido?
Hurley: No sé si esté de ánimo para ver el partido.
Rocío: Quizás, esto te haga cambiar de opinión.
Entonces, la bella mujer junta sus labios y lo besa con desmedida pasión. Hurley cede ante los encantos de tan hermosa mujer. En ese momento, viene Gaby con dos de los niños de Yeoville.
Gaby: ¡Chicos! ¡Apúrense que ya va a empezar el partido! ¡Quizás alcancemos a ir al Estadio!
Rocío: ¡Díficil, debe estar lleno y no deben haber entradas! ¡Es imposible!
Hurley: ¡Ejem! ¡Para Hurley no hay imposibles! ¡Vamos al estadio! ¡Y no olviden sus bubuzelas!
Entonces, ellos toman un taxi rumbo al estadio, en donde como por obra de magia, logran atravesar el gentío, conseguir las entradas, y poder ver el estado bajo un marco impresionante, y con el sonido ensordecedor . Hurley toma fotos a la cancha, con su cámara Iphone. En el equipo uruguayo juega Mauricio Victorino, jugador de la “Universidad de Chile”, al menos, Hurley puede darse por satisfecho, porque a pesar que eliminaron a la selección chilena, pues, en la cancha, jugará un jugador de la “U de Chile.” Los fanáticos uruguayos entonan sus cánticos ("volveremos, volveremos, como la primera vez"), saben que están cerca de lograr la hazaña. Hace unos meses, nadie apostaba por la “celeste” y ahora, están a unos minutos de llegar a Semifinales.

MIAMI, FLORIDA


(* Erika *)

Erika, regresa de ver el partido y decide pasear por “Lincoln Road” para ver el ambiente, cuando pasa por “Hoffbrau Beerhall” y lo atiende Mellissa, la bella anfitriona salvadoreña. Ella se siente, toma una cerveza, mientras reconoce a Joanna y Josh que fueron a ver el partido con Nicolás y Rachel.
Erika: ¡Hola! ¿Puedo sentarme a ver el partido de Uruguay con ustedes?
Joanna: ¡Hola Erika! ¡Por supuesto que si! Quiero presentarles a mi amiga Erika.
Erika: Es un placer. A propósito, ¿Vieron el partido de Brasil?
Nicolás: ¡Si! ¡Pero, todavía seguimos asombrados por el resultado! ¡Es que fue un partido increíble! ¡Brasil no mereció perder ese partido! ¡Jugó mejor que Holanda!
Rachel: A propósito, Erika, ¿A qué te dedicas?
Erika: Soy actriz y trabajo en una telenovela producida en Miami. Se emite por el mediodía, y habla de dos pandillas rivales que andan en patines. Yo soy una de las protagonistas.
Rachel: ¡Bah! ¡No me gustan las telenovelas que se hacen en Miami! ¡Tienen malos actores y el argumento es pésimo!


(* Nicolás *)

Nicolás: ¡Si, pero, colocan unas chicas muy lindas! ¡Parecen unas modelos!
Rachel: ¡Pero, los hombres no están nada mal! ¡Hay muchos guapos con cuerpos musculosos!
Josh: ¡A mi me encantan las telenovelas! ¡Me hacen reir!
Erika: Es verdad, si lo desean, pues, puedo concederles una cita para que vayan a las grabaciones.


(* Darío *)

En ese momento, Darío entra al restaurante, tomado de la mano de Kate. Mellissa, Rachel y Joanna se ponen nerviosas al ver a Darío. Nicolás y Josh están furiosos. Erika se emociona al ver a Darío y lo invita a pasar a su mesa. Darío suspira por la hermosa Erika, mientras ella le guiña el ojo, sin discreción, enfureciendo efusivamente a Joanna, Kate, Rachel y Mellissa que tratan de contenerse de los coqueteos de la sensual Erika.


LIMA, PERU


(* Gustavo *)

En la tienda “La Confianza” están completamente estupefactos por la derrota del “scratch du oro”, Brasil, y no pueden digerir el amargo resultado. Pero, Andoni es el único que celebra por el triunfo holandés.
Andoni: ¡Qué bueno! ¡Eso quiere decir que España tiene opciones para ganar el campeonato!
Gustavo: Pues, como jugó Holanda, dudo que España la tenga fácil. Hay que ver que sucede con Uruguay, Argentina y Paraguay en los siguientes partidos.
En ese momento, Andoni pide ir al baño, cuando de pronto, él se encuentra en el pasadizo con la sensual Mimí. Ella lo acaricia y besa con desbordante pasión, sin sospechar que Marina los descubre.

(* Marina *)

Marina: ¡No puedo creerlo! ¡Qué está pasando aquí! ¡Andoni! ¡Qué te haces besando a esta tipa!
Mimi: ¡Mira, Marina, aunque te duela, yo amo a Andoni y él me ama a mí!
Andoni: ¡Callate, Mimí! ¡Eso no es verdad! ¡Yo amo a Marina!
Mimí: ¿Y qué me dices de los besos que nos dábamos todas las noches? ¿Y cuando hicimos el amor?
Andoni: ¡Eso fue un error! ¡No debió haber sucedido!
Mimí: Pero, sucedió, ¿No entiendes? ¡Tú y yo nos amamos!
Marina: ¡Eres una desgraciada! ¡Arruinaste mi vida, maldita!

Entonces, Marina se lanza contra Mimí para pegarle, pero, en ese momento, intervienen Lucy y Cordelia y junto con Gustavo y Moncho, separan a las dos mujeres. Ellos le piden a Mimí y Andoni que se retiren de la tienda. Ellos se retiran. Mientras tanto, Cordelia le brinda consuelo a su amiga y también, se retiran de la tienda. Moncho sufre al ver llorar a Marina, y quiere acercarse a consolarla, cuando en ese momento, viene Lucy, por detrás.

(* Lucy *)

Lucy: Mi amor, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás triste?
Moncho: Estoy preocupado por Marina. ¡No sé como Andoni fue capaz de engañarla de esa manera!
Lucy: Bueno, así es la vida, pero, ¿Qué podemos hacer? ¿Por qué mejor no hablamos de los dos?
Entonces, Lucy coloca sus bellos brazos en los hombros de él, y junta sus labios, para besarlo. El cede ante los encantos de la bella joven y responde a sus besos. Los dos enamorados se besan apasionadamente, como dos tortolitos.
Moncho: Te amo, Lucy, te amo. ¿Quisieras ser mi “enamorada”?
Lucy: Perdon, ¿Me preguntas si estoy enamorada?
Moncho: No, te pregunto si quisieras que tú… y yo… seamos más que amigos… que seas mi novia…
Lucy: ¡Si, Moncho! ¡Acepto ser tu “polola”, pó!


(* Moncho *)

Entonces, los dos continúan el largo y apasionado beso. Moncho abraza fuertemente y besa a Lucy, dejándose llevar por la pasión de estar con esa mujer tan bella. Pero, en ese momento, viene Gustavo y se llena de coraje al ver a su hija besarse con Moncho, y aclara la garganta para interrumpirlos: “¡Ejem!” Ellos voltean.
Lucy: ¿Sucede algo, papá?
Gustavo: Nada, hijita, solo vengo a decirles que ya va a empezar el otro partido. Claro, si quieren verlo.
El abraza a Lucy, su bella hija, con desmedida ternura.
Lucy: ¡Papi! ¡Tengo que darte una noticia! ¡Moncho y yo somos “pololos”, pò!
Moncho: Así es, Don Gustavo. Lucy es mi “enamorada.”
Gustavo está de piedra. En ese momento, Cordelia y Marina, ya mas calmadas, regresan a la tienda.
Cordelia: ¡Mi amor! ¡Aquí estamos para ver el partido!
Entonces, ellos se sientan en las sillas alrededor del televisor. Pero, Gustavo no luce contento al enterarse que su bella hija sea la “enamorada” de Moncho.

Comienza el partido…


(* Mimí *)

Los equipos ingresan a la cancha acompañado, cada uno de niños de varias razas y se colocan cada uno, mirando el palco de honor. Diego Lugano, capitán de Uruguay, proclama un discurso, en Español, en contra del racismo. Lo mismo hace John Mensah, capitán de Ghana, que dice el mismo discurso, pero, en Inglés. El discurso del ghanés fue aplaudido por todos los presentes en el estadio “Soccer City. Y después de una ovación, comienza la entonación de los himnos nacionales. Primero, se entona el himno nacional de Uruguay, seguido del Himno de Ghana. Ambos ovacionados por sus eufóricas hinchadas.


Después de la entonación de los himnos nacionales de Uruguay y Ghana, los jugadores estrechan las manos y después posan juntos para la cámara, portando una valla con las inscripción: “Say No to Racism” (Diga No al Racismo). El árbitro es el portugués Olegario Benquerenca. Y se da comienzo al partido, mientras suenan las bubuzelas. Ghana sueña con ser el primer equipo africano en semifinales. Desde el primer instante, los uruguayos fueron con la disposición de marcar el primer gol, pero, los ghaneses no se quedan atrás y desperdician ocasiones de gol. Pero, no se abre el resultado. Y en el minuto 45, cuando todos pensábamos que se irían al segundo tiempo, sin goles, el jugador Sulley Muntari de Ghana patea un tiro de 35 yardas a la esquina que engaña al arquero Muslera de Uruguay: ¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOLLLLL!!!!! ¡¡¡¡¡GOL DE GHANA!!!!! ¡¡¡Todo África empieza a soñar con el pase a Semifinales!!! ¡¡¡¡GOOOOOOOOOOLLLLLLL!!!!!


(* Rachel *)

En Johannesburgo, Gaby y los dos niños celebran el gol ghanés en vivo y en directo, mientras bailan en sus asientos, contagiando a Hurley y Rocío que apoyan a Uruguay, por representar a Latinoamérica. En Miami, Nicolás apoya a Uruguay porque allí juega Diego Forlán, el goleador del Atlético de Madrid. Por su parte, Josh (que tanto alegaba que el “soccer” es un juego aburrido) es el más animoso por el partido y grita efusivamente cada disparo desperdiciado. “Oye Josh, ¿Todavía te sigue pareciendo aburrido el “soccer”?

En el segundo tiempo, los jugadores uruguayos van en busca del empate y lo consiguen a los 55 minutos del segundo tiempo, mediante un tiro libre ejecutado por Diego Forlán, su gran estrella. ¡¡¡¡GGGGOOOOOOOOOOOOOLLLLLLL!!!! ¡Se empata el partido! ¡En Lima y Bogotá, los fanáticos estallan de júbilo por el gol uruguayo! A partir de entonces, el partido se convierte de ida y vuelta, con acciones para todos lados. ¡Partidazo! En Miami, Nicolás le vuelve a preguntar a Josh: “¿Todavía te sigue pareciendo aburrido el “soccer”? Pero, no se abre el marcador. Entonces, con el marcador empatado a 1 gol, se juegan treinta minutos adicionales.

(* Kate *)

Los espectadores piden más cervezas, y otros estiran los pies un rato, para aliviar la tensión. O para comentar el partido: “¿Quién ganará? ¡Qué bonito juegan esos africanos! ¡Uruguay puro corazón! ¡Este es el mejor partido del Mundial! ¡Grande Forlán! ¡Por fútbol, Ghana merecería ganar!” Se reanuda el partido pero, siguen las emociones. Ghana es el que propone más el juego, pero, Uruguay sigue apelando a su tradicional garra. Pero, los arqueros Muslera, de Uruguay, y Kinson, de Ghana, evitan que se abriera el marcador. Los espectadores se comen las uñas. Se vive un clima de tensión, no solo en las tribunas, sino también, en todo el mundo. En Lima, Bogotá, Miami y Sudáfrica, crece la angustia por saber el resultado final del partido que parece condenado a los penales: “¡No! ¡No se vayan a los penales! ¡Definan el partido ahora mismo!” “¡No! ¡Vayanse a los penales para ponerle más emoción al partido!”

De repente, en un tiro libre en el área penal, Muslera desvía un tiro ghanés con el puño, pero, el ghanés Appiah recoge el rebota, pero, en la línea, Suárez de Uruguay desvía con el píe, pero, para su mala suerte, el ghanés Adiyiah recoge el rebote y, en la misma línea, Suárez detiene el balón con la mano. El árbitro, sin vacilar cobra penal y expulsión. ¡Penal! ¡Penal para Ghana! Triste, Luis Suárez se va expulsado de la cancha. ¡Ghana tiene una buena posibilidad de llegar a semifinales! ¡Todo Africa sueña impaciente por esta oportunidad! ¡Uruguay entera reza por el milagro! Asamoah Gyan, el goleador, es el encargado de patear el penal. Remata fuerte y…. ¡Tiro al palo! Muslera, ya vencido, besa al palo. ¡Suárez pasa de ser villano a héroe! ¡Uruguay todavía se va con vida! Sus compañeros consuelan a Asamoah Gyan. Y se van a los penales.


Cobra Diego Forlán (goleador del Atlético de Madrid) para Uruguay… ¡¡¡Goooollll!!!
Es el turno de Asamoah Gyan para Ghana… esta vez, no perdona… ¡¡¡Goooollll!!!
Llegó el turno de Mauricio Victorino (jugador de la “U” de Chile) para Uruguay… ¡¡¡Goooollll!!!
Stephen Appiah, de Ghana, nivela el partido… ¡¡¡Goooollll!!!
Es el momento de Andrés Scotti para Uruguay… ¡¡¡Goooolll!!!
John Mensah, el capitán, es el encargado de empatar el marcador. Pero, Muslera ataja. ¡¡¡Celebra Uruguay!!!
Es el turno de Maximiliano Pereira para Uruguay… ¡¡¡Desviado!!! ¡¡¡Los africanos gritan de emoción!!!
Dominic Adiyiah, de Ghana, tiene la posibilidad de poner en ventaja a su equipo. Pero, Muslera ataja.
Es el turno de Sebastián “El loco” Abreu, un jugador irreverente. Los fanáticos le gritan: “Vamos, loco, tranquilo, no hagas locuras.” Abreu toma una corta carrera y remata suave a las redes. ¡¡¡GOOOOOOOLLLL!!!! ¡¡¡GOOOOOLLLLL!!! ¡¡¡Buena, loco, lo lograste otra vez!!!


Los africanos se lamentan por la derrota. Eliminaron al último representante del continente. Sudamérica respira, porque uno de sus representantes todavía sigue en carrera. Pero, aunque Uruguay representaba a Latinoamérica, tanto en Bogotá como en Lima, habían latinoaméricanos que alentaban a los ghaneses por haber jugado mejor fútbol.

En Sudáfrica, Hurley, Gaby y Rocío consuelan a los dos niños de Yeoville y se reúnen con los hinchas celestes para celebrar el pase a Semifinales, mientras que Lena y Marco Aurelio están, en el Hotel, comentando el resultado del partido. El sabe que Lena ha sido y es el gran amor de su vida. No hay mal que por bien no venga. Aquella desilusión de María Lidia ha logrado que él abriera sus sentimientos hacia Lena.

(* Josh *)

En Miami, Josh se lamentaba: “¡Esto es injusto! ¡Ghana mereció ganar! ¡Jugaron mucho mejor que Uruguay!” En ese momento, Joanna se le acerca y le guiña el ojo, calmando a Josh que acaricia el bello rostro de la muchacha y juntando sus labios hasta besarla. Nicolás llevado por el momento besa también a Rachel. Darío quiere besar a Kate, pero, Erika se le adelante y lo besa impulsivamente logrando que Kate se retirara del restaurante. Pero, Darío le hace el quite a Erika y corre, desesperado, buscando a Kate. Mellissa mira a Darío con resignación. Pero, Erika no se da por vencida.

En Lima, Perú, celebran el resultado del partido, y repiran hondo, para relajarse, son tantas emociones juntas. Moncho sale con Lucy para comprar cervezas, pero, en un descuido aparece Mimí: “¿Sabes? No me gustó lo que le hiciste a Marina.” En ese momento, la guapa Mimí le guiña el ojo y comienza a acariciarlo y besarlo con pasión.

BOGOTA, COLOMBIA


(* Don Ambrosio *)

Por su parte, Paulina fué a ver el partido en un parque, en una pantalla gigante frente a varios fanáticos, junto con Jackson, Don Ambrosio y Doña Sara. Paulina sonríe, enterneciendo a Don Ambrosio.
Don Ambrosio: Paulina, ¿Qué te pareció el partido?
Paulina: ¡Estuvo emocionante! ¡Cualquier equipo mereció ganar! ¡Gracias, gracias por compartir juntos este momento!"
El hombre la mira con ternura, acariciándole su cabello.
Don Ambrosio: De nada, hijita. Me alegra que hayas pasado un buen momento.
Paulina reacciona extrañada. A ella le extraña esa reacción de Ambrosio.
Paulina: Perdón, ¿Le sucede algo, Don Ambrosio? ¿Por qué me mira de esa manera?
El hombre está impávido, mira hacia la tía Sara, respira hondo, y se llena de valor para decirle toda la verdad.
Don Ambrosio: Lo siento, Paulina. Ya no puedo ocultarlo. ¡Ejem! Paulina, yo soy tu padre.
Paulina está impactada por la revelación.
CONTINUARA...

Comments

  1. Lucy y Moncho ¡que linda pareja¡ bueno la verdad es que ella me da una envidia jeje ya me gustaria a mi besar a moncho...

    por cierto no sé si me habría fijado ya en él pero que guapo está Josh. Ya estuve buscando fotos de él y las hay muy buenas je,je.

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  2. Hola, Emili, gracias por comentar. Hacia tiempo que no comentaban en este blog. El actor que "interpreta" a Josh se llama Josh Holloway y se hizo famoso por su personaje en la serie "Lost."

    Me alegra que te haya gustado Lucy y Moncho, es una de mis parejas favoritas.

    Saludos,

    Renzo

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  3. CAPITULO 14

    Qué bueno que Paulina consoló a Jackson, con tal consuelo hasta le vuelve a apostar a Brasil aun sabiendo que perdería, ji, ji.

    Qué bien también que don Ambrosio le reveló la verdad a Paulina de que es su padre.

    Por fin Lena y Marco Aurelio serán felices, que bueno que sorprendieron a Maria Lidia con su amante.

    Pobre de Marina sorprender a Andonni besando a Mimi, odio a Mimi, a ver si no le afecta a Marina en su embarazo

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